En la primera quincena de noviembre, la inflación general anual fue de 7.05%, la más alta desde 2001 para un periodo similar, de acuerdo con datos del Inegi.
El dato es superior al observado en igual periodo de 2020 (3.43%) y al de la segunda quincena de octubre de 2021 (6.36%); permaneciendo por arriba del objetivo de inflación (3.0%) por 35 periodos consecutivos y del límite superior del intervalo de variabilidad (2.0%-4.0%) por 17 quincenas sucesivas.
Asimismo, la inflación anual fue mayor a la previsión de las expectativas en la encuesta de Citibanamex (6.84 por ciento). Entre los productos que más subieron de precio estuvieron la electricidad, con 24.16%; tomate verde, 42.06%; pollo, 2.76%; tomate, 3.92%; otros chiles frescos, 19.77%; loncherías, fondas, torterías y taquerías, 0.39%, y carne de res, 0.77 por ciento.
La inflación cerrará el año en un nivel de 7.2%, y los altos niveles que se observan actualmente se deben a que las personas tienen una mayor demanda de bienes y no de servicios, pronosticó BBVA México.
«Lo que estamos viendo en la inflación obedece a fenómenos ligados a la pandemia, el término transitorio no es el más afortunado, son aumentos relacionados a la pandemia por cuellos de botella y distribución de bienes, las familias demandan más bienes y menos servicios; una vez que la pandemia se controle, sobre todo a principios del próximo año, los cuellos de botella se solucionarán, la demanda va a ir cambiando y habrá una recomposición a más servicios y menos bienes, pero la inflación subiría más en diciembre», señaló la institución financiera.
Para 2022, se espera continúen las presiones inflacionarias. Es posible que hacia el último trimestre la inflación ceda y se ubique entre 4% y 5 por ciento.
