La inflación está imparable y adquirir algunos productos de la canasta ya representa un verdadero lujo para los hogares mexicanos.
Uno de ellos es el aguacate, pues de acuerdo al monitoreo de precios de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), del 15 de octubre al 15 de noviembre, dicho producto presenta un alza en su precio de $35 a $75 pesos el kilo, un incremento de 114 por ciento.
Enseguida se ubica el tomate con un aumento de 94.44% en su precio, la naranja con un 80% y el frijol con un 54.29 por ciento.
A la lista se suman el jitomate con un incremento de 43.75% en su precio, la cebolla con un repunte de 42.86%, limón con un 42.31% la papa con un 40%, el chile serrano con un aumento de 18.33%, y el huevo con un 17.65 por ciento.
En opinión de ANPEC, el 2021 cerrará con más inflación y el 2022 abrirá con la mayor escalada inflacionaria de la última década.
«Con esto se confirma una inflación sostenida de más de un año que viene erosionando el consumo esencial y obligado de los hogares mexicanos.
Podemos afirmar que el 2021 cerrará con una inflación de al menos un 8% y el 2022 abrirá con una escalada de aumentos de precios en la mayoría de los alimentos. Existe el pronóstico fundado de que tendremos la mayor escalada inflacionaria de la última década», comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
En septiembre pasado, dicha organización ya había advertido que el alza en precios de productos de la canasta básica comenzó a impactar en el consumo y confianza de los consumidores mexicanos., pues ambos indicadores mostraron cifras a la baja en el tercer trimestre (con relación al trimestre previo).
«La elevación de los precios de los productos de la canasta básica, aunada a la caída del ingreso de millones de familias provocan una caída del consumo», agregó Rivera
