Las enfermedades ocupacionales más recurrentes son: pérdida de audición, tuberculosis, neumoconiosis, silicosis y enfermedades respiratorias.
Hay algunos trabajos que, a pesar de no ser considerados actividades de riesgo, pueden conllevar el surgimiento de algún tipo de enfermedades si es que el colaborador no toma ciertos cuidados y lleva una vida sedentaria.
- Realiza pausas activas: Cada lapso de 2 horas de estar sentado, realiza estiramiento muscular en el mismo puesto de trabajo.
- Mantente activo. Realizar ejercicios fuera del horario de oficina es indispensable. Además, a largo plazo, puede ayudar a no desencadenar otras patologías como hipertensión, sobrepeso o diabetes.
- Revisa las condiciones ergonómicas del lugar de trabajo. La altura de la silla, de la PC, y la ubicación del teclado. Unas malas condiciones, pueden causar dolor de cuello, espalda, cuello, entre otros.
- Mantén un control de tu peso corporal. Es importante prever y controlar los cambios significativos. Estos pueden ser una señal de advertencia para el trabajador.
¿Qué son las enfermedades ocupacionales?
Estas enfermedades son progresivas, inclusive luego de que el trabajador haya sido retirado de su exposición al agente causal.
La mejor forma de prevenir estas enfermedades es informándose y cumpliendo los protocolos de bioseguridad que identifican los peligros y riesgos a los que estamos expuestos en el lugar de trabajo.
Por otro lado, el rol del trabajador es sumamente importante. Se debe cumplir con las normas, reglamentos e instrucciones de los programas de Seguridad y Salud en el Trabajo. Asimismo, es indispensable que se reporte cualquier evento o situación que ponga o pueda ponerlo en riesgo.