Intel Labs presentó tecnología que ayuda a vislumbrar cómo sería una cooperación humano-robot en un ambiente de trabajo.
A través de un brazo robótico, la compañía demostró cómo funciona la tecnología de predicción de intención, que es cuando una máquina es capaz de saber qué acciones tomaría una persona y actuar acorde a las mismas.
La tecnología de predicción de intención en robots podría aplicarse en entornos de manufactura o industriales.
El avance de la robótica en tareas que anteriormente parecían exclusivamente para humanos parece estar acelerándose con cada día que pasa; sin embargo, científicos de Intel Labs buscan encontrar a través de su tecnología como la humanidad y los robots podrían trabajar en conjunto hacia un mismo objetivo.
Una de las tecnologías presentadas durante Intel Vision 2022 imagina precisamente esta interacción.
En el showroom del evento se mostró a un brazo robótico que demuestra la tecnología de predicción de intención; esto es cuando una máquina es capaz de saber qué acciones tomaría una persona y actuar acorde a las mismas en un ambiente de trabajo.
Para esta demostración, los científicos de Intel Labs buscaron que el brazo robótico les ayudara a recoger y colocar bloques en unas cajas. La máquina prácticamente funciona con mostrarle la acción que debe de hacer y ésta aprenderá de la misma para trabajar en conjunto con una persona.
Para ello, a través de un guante con sensores, se muestra al robot la acción que debe hacerse y este captura datos en el momento que sucede —desde dónde se desplaza la mano y su trayectoria, hasta qué objeto sostiene y dónde debe colocarse. También debe predecir con qué objeto interactuará la persona para no ir por el mismo. «Gracias a esto podemos hacer que la colaboración sea mucho más efectiva, ya que el robot no espera a que yo me mueva; sino que cuando tiene suficiente información sobre el objeto que yo voy a agarrar, va y toma otro», explica el doctor Javier Felip León de Intel Labs.
El robot no es controlado con el guante, sino que más bien se le dicie al mismo qué debe hacer mediante acciones específicas.
Enseñando a robots a trabajar mediante el ejemplo
La demostración indaga un poco en lo que se conoce como la paradoja de Moravec, que estipula que el razonamiento humano requiere de muy poca computación, pero las habilidades sensoriomotoras y de percepción requieren enormes recursos computacionales; dicho de otra manera, es relativamente fácil que una inteligencia artificial (IA) «aprenda» a jugar ajedrez como un experto, pero sumamente difícil que tenga capacidades de percepción y movilidad básicas. «Es muy fácil para nosotros leer los gestos corporales humanos, pero no para un robot», dice Felip.
«Lo que mostramos en esta demo es un vector de investigación que tenemos que es sobre programación con demostración. Básicamente, lo que estoy haciendo es mostrarle al robot la tarea que yo quiero que el resuelva, utilizando un sistema de captura de movimientos», explica.
De acuerdo con Felip, su investigación se basa en que a partir de un par de demostraciones proporcionadas al robot, éste sea capaz de sintetizar un programa de forma automática que resuelva esta tarea; dicho de otra manera, la idea es que «aprenda» con el ejemplo.
El robot equipa una cámara RealSense de Intel en su parte superior para detectar dónde están los objetos, así como primitivas de movimiento dinámico que permiten codificar sus movimientos. «Esta serie de tecnologías son las que integramos en conjunto para conseguir que el robot desarrolle o resuelva esta tarea», dice el científico.
«El programa no funciona automáticamente aún; yo lo programé previamente, pero aquí lo que vemos son las dos partes que queremos contar: como puede telecontrolarse un robot y gracias a ello especificar una tarea simplemente sin código; y cómo es posible, una vez que esté especificada esa tarea, se pueda ejecutar», agrega Felip.
La tecnología de predicción de intención en robots podría aplicarse en entornos de manufactura o industriales
Más hacia el futuro, Felip cree que existirán problemas donde los humanos y los robots tendrán que trabajar en conjunto, y este tipo de proyectos podría ayudar a desarrollar tecnología adecuada para cuando llegue ese momento.
«Este proyecto existe para encontrar cómo los humanos y los sistemas de IA pueden trabajar juntos y tomar las fortalezas de ambos para que puedan funcionar en un ambiente industrial», explica Scott Bair, evangelista senior de tecnología para Intel Labs.
«Un par de cosas que son importantes son la intención y la predicción, donde tienes a un robot y un humano colaborando juntos en un ambiente de manufactura. [El robot] puede predecir tu intención para que no vayan por el mismo bloque y también el robot está aprendiendo del humano. Hay cosas que los sistemas de IA pueden hacer muy bien al aprender de mucha data; pero los humanos pueden adaptarse muy rápidamente, tomar decisiones basadas en una multitud de factores y lo hacemos diariamente sin pensarlo mucho», agrega.
El proyecto es uno de investigación, por lo que no veremos pronto brazos robóticos que operen junto a humanos en plantas de ensamblaje u otro tipo de manufacturas; sin embargo, definitivamente es el primer paso para ello.