Está claro que el futuro es tecnológico, y que los países que van a tener más importancia y una posición de liderazgo necesitan tener una industria tecnológica fuerte y potente. Sin duda a día de hoy el puesto número uno en esta carrera lo están compitiendo EEUU y China, siendo la primera nación la que tiene una ligera ventaja sobre el gigante asiático.
Pero esto no significa que siempre vaya a ser así, y de hecho China poco a poco le está ganando el terreno a EEUU, y si las cosas siguen así, será tan solo cuestión de años que se produzca este sorpaso. Esto es porque este es el objetivo número uno del país asiático desde hace bastante tiempo, y cada poco tiempo muestra que van muy en serio.
Entre los muchos ejemplos que hay, destaca el diseño de un cañón magnético hipersónico, el cual EEUU cuando lo intentó no consiguió lograrlo, y unos años más tarde el país gobernado por Xi Jinping pudo realizar este proyecto.
Pero ahora el hito no es de tecnología militar, sino que la compañía China Telecom, con presumible apoyo del gobierno del gigante asiático, ha presentado por todo lo alto su nuevo superordenador llamado Central Intelligent Computing Center.
Lo que llama la atención no es que sea un superordenador, ya que no es el primero que se fabrica, sino que por primera vez China ha logrado diseñarlo con el 100% de los componentes y tecnología de origen chino. Esto es muy importante en esta carrera tecnológica, porque desde hace años EEUU está bloqueando, sancionando y vetando el acceso de su tecnología a cualquier empresa de origen chino.
De esta manera conseguían retrasar el avance y desarrollo de los proyectos del país oriental. Pero parece que esta depencia se ha terminado, ya que lograr construir un superordenador no es tarea sencilla y demuestra el músculo del que dispone China.
Lo cierto es que no se sabe mucho sobre este superordenador, según sus creadores es capaz de lidiar con modelos de lenguaje de gran tamaño que une varios millones de millones de parámetros. Casualmente, China ha anunciado este superordenador en la misma semana que EEUU anunciará que las empresas chinas estaban vetadas de usar los servicios en la nube de Google, Amazon, Microsoft u otras empresas para entrenar sus modelos de Inteligencia Artificial.
Lo que da que pensar que China ha querido mandarle un mensaje a EEUU, «cada vez dependemos menos de vosotros», algo que sin duda preocupa a la administración de Joe Biden porque demuestra que la independencia tecnológica del país está cada vez más cerca.