En su mayoría, no se ven, pero los chips de computadora están en el corazón de todos los productos digitales que nos rodean.
Y cuando los suministros se agotan pueden detener la fabricación.
Hubo un indicio del problema el año pasado cuando los jugadores de videojuegos lucharon para comprar nuevas tarjetas gráficas, Apple tuvo que escalonar el lanzamiento de su iPhone y las últimas consolas Xbox y PlayStation no pudieron satisfacer la demanda.
Luego, justo antes de Navidad, se dio a conocer que la renaciente industria automotriz se enfrentaba a lo que un conocedor llamó «el Armagedón de los chips».
Los automóviles nuevos a menudo incluyen más de 100 microprocesadores y los fabricantes simplemente no pudieron obtenerlos todos.
Samsung ha reportado problemas para cumplir con los pedidos de los chips de memoria que fabrica para sus propios productos y los de otros.
Y Qualcomm, que fabrica los procesadores y módems que alimentan a muchos de los principales teléfonos inteligentes y otros dispositivos de consumo, tiene el mismo problema.