En los años 80 un inventor llamado Stanley Meyer, quien había trabajado para la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por su siglas en inglés) creó un artefacto basado en la electrolisis, para que se pudiera dividir la molécula del agua (H2O) en sus partículas originales de hidrogeno y oxigeno.
Debido a esto, Meyer comenzó a experimentar con el hidrogeno como fuente de energía, lo que lo llevó a usarlo en un motor de explosión interna convencional que usan los automóviles.
Meyer consiguió que dicho motor funcionara, así que lo instaló en un carro tipo buggy dónde realizó pruebas sobre su funcionamiento, ¿resultado? un carro que funciona con agua.
Según informes del propio Meyer, el auto recorrió 160 kilómetros (km) con tres litros de agua, lo que significa que recorrió alrededor de 53.3 km con un litro de agua; un auto impulsado por gasolina en promedio necesita 4.5 litros para llegar a esa cantidad, y alrededor de 35.5 para los 160 km.
El invento de Meyer, al cual denomino como «célula de combustible de agua» requiere menos energía para separar las moléculas que un proceso normal de electrólisis.
¿Qué es la electrólisis del agua?
La electrólisis en el agua es un proceso en el cual se dan impulsos eléctricos a través de una corriente eléctrica al líquido para separarla en los gases de hidrogeno y oxigeno.
Dicho descubrimiento fue supuestamente hecho por William Nicholson y sir Anthony Carlisle en mayo de 1800; días después de que Alessandro Volta creara la batería eléctrica.
La fuente de electricidad puede ser una pila, una batería, o una fuente de alimentación.