Ahora que gran parte del mundo comienza a salir de su letargo pandémico y hay un número considerable de trabajadores que retoman sus tareas, conviene recordar que sigue habiendo otros peligros más allá de los virus. Especialmente en sectores como la construcción, que registran una mayor siniestralidad laboral por el tipo de trabajo realizado. Por suerte, la innovación y la tecnología comienzan a crear entornos más seguros, tal como mencionábamos en este artículo sobre wearables en la construcción.
El último ejemplo de esta tendencia es un proyecto tecnológico desarrollado por la Universidad de Nevada que, por medio de una serie de motores que generan vibraciones, avisa a los trabajadores de una obra de la cercanía de maquinaria pesada. Para ello han partido del principio de sustitución sensorial, que permite convertir un estímulo en otro, en este caso la visión del objeto se reemplaza por un estímulo táctil.
Al utilizar una forma de cinturón, este innovador wearable puede ofrecer señales de aviso en un ángulo de 360 º . Los diez motores están distribuidos a lo largo de todo el cinturón y ofrece diversos niveles de intensidad en función de lo cerca que esté el peligro. Además, dos de los motores cuentan un código de vibración específico para indicar el tipo de maquinaria. Junto con los motores para emitir la alerta, el cinturón va equipado con un dispositivo Bluetooth que detecta la proximidad de maquinaria peligrosa. Esta puede incluir desde grúas hasta camiones que se acercan.
Aunque aún se encuentra en fase de prototipo, los investigadores de la universidad americana han podido constatar un 95 % en la tasa de acierto en una prueba de laboratorio con varios voluntarios que llevaban los ojos vendados. Hasta ahora los sistemas de alerta se habían centrado en las señales acústicas, pero muchas veces pasan desapercibidas, especialmente en entornos ruidosos como los de una obra.
Así, este tipo de dispositivos pueden incrementar sustancialmente la eficacia de las alertas. Estos wearables, al ser ligeros y portátiles, tampoco interfieren en el desempeño de las tareas cotidianas.
El dispositivo se ha bautizado como Embedded Safety Communication System (Sistema de Comunicación de Seguridad Integrado o ESCS por sus siglas en inglés). Si bien aún es pronto para saber el precio de venta final, sus desarrolladores estiman que estará por debajo de los 50 €.
Otras tecnologías de protección a pie de obra
En estos momentos, las principales líneas de investigación dedicadas a proteger a los obreros que realizan actividades peligrosas comprenden las siguientes tecnologías:
Exoesqueletos para reducir el riesgo de lesiones al levantar grandes pesos.
Dispositivos de seguimiento para detectar la posición exacta de un obrero que ha sufrido una lesión, tales como botas inteligentes.
Gafas de realidad virtual y aumentada para la formación de los trabajadores en prevención de accidentes y su uso en la obra, respectivamente.
Sensores en la obra que detectan la presencia de sustancias peligrosas como gases o amianto.
Drones de inspección que ahorran a los trabajadores la necesidad de acceder a zonas peligrosas.
Por supuesto, la prudencia y la utilización de todos los equipos de seguridad disponibles, desde un humilde casco hasta un arnés, siguen siendo la mejor receta para evitar accidentes y lesiones.