Disfrutar de la compañía de un perro robótico o ver la cara de sus nietos a través de tabletas adaptadas es lo que algunos adultos mayores con alzheimer o demencia van a poder hacer durante el aislamiento por la pandemia gracias a sendas iniciativas del Departamento para Asuntos de la Tercera Edad de Florida (DOEA).
Las personas mayores de 65 años son uno de los grupos más vulnerables durante la crisis del SARS-CoV-2, y según las últimas estimaciones del Censo de los Estados Unidos, un 20.5 por ciento de la población de Florida entra dentro de esta categoría.
Unas 8 mil 500 personas mayores de 65 años han dado positivo por coronavirus en Florida hasta la fecha.
La Asociación de Alzheimer calcula que en el estado hay más de 580 mil personas que sufren esa enfermedad degenerativa y aproximadamente dos tercios de las personas viviendo en residencias de ancianos padecen algún tipo de demencia.
Por ello, esta misma organización en colaboración con el gobierno estatal impulsó “Project:VITAL” con el que distribuirá varios centenares de tabletas en las residencias de ancianos para que las familias “puedan seguir conectadas”.
“Esperamos que el uso de estas tabletas personalizadas facilite la conexión con las familias, especialmente durante estos tiempos, pero también queremos que se usen como modelos sostenibles de cara al futuro”, señaló en un comunicado el secretario de DOEA, Richard Prudom.
Durante esta fase inicial del proyecto trabajarán con unas 150 residencias a las que les distribuirán tabletas y entrenamiento virtual para usar el equipo, y las últimas serán entregadas este viernes.
Además, los dispositivos cuentan con una serie de aplicaciones para que las personas mayores puedan desarrollar sus capacidades cognitivas, emocionales y sociales a través de ejercicios involucrando la propia tableta.
En este sentido, el DOEA también ha comenzado a repartir 375 mascotas robóticas entre la población con Alzheimer para combatir el aislamiento social y la depresión que pueden llegar a padecer las personas mayores.
Las mascotas robóticas son una alternativa a la terapia de mascotas tradicional y los estudios demuestran que tienen un efecto positivo muy similar entre las personas al estar diseñadas para responder al movimiento, al tacto y al sonido.
Los perros y gatos robóticos se suelen entregar a las personas con Alzheimer o demencia pero los datos han demostrado que el uso de estas mascotas reduce el aislamiento social “de forma muy efectiva” para otros adultos también, aseguraron desde el DOEA.