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¿Adiós cajeros automáticos? La nueva tecnología que cambia para siempre la forma de retirar efectivo

Si bien los sistemas de pago digital se están convirtiendo en la norma, muchas personas siguen haciendo uso del dinero en efectivo. Ya sea para hacer una compra, dejar una propina o como un fondo de emergencia, por el momento no hay planes para que los billetes dejen de ser de uso legal.

Es por este motivo que los cajeros automáticos siguen siendo una parte importante del sistema financiero español. Los datos más recientes del Banco de España (BDE) revelan que hay 45.174 en todo el país.

Sin embargo, muchas de esas máquinas expendedoras de dinero están por cambiar para siempre. Una nueva tecnología está permitiendo que las personas puedan hacer uso de ellas sin tener que utilizar su tarjeta de débito.

En los últimos años, especialmente después de la pandemia de COVID-19, una de las tecnologías que más ha avanzado es la relacionada con lo contactless («sin contacto», en inglés). En los medios de pago, especialmente, se ha visto un alza en alternativas que permitan hacer operaciones sin la intervención de un tercero.

Algunos de los cambios implementados en este último tiempo son los datáfonos de contacto, las billeteras de pago digitales y la posibilidad de pagar con tarjeta de crédito a través del móvil. Esto último utiliza una tecnología llamada NFC (Near Field Communication, «comunicación de campo cercano», en inglés).

Esta forma de comunicación inalámbrica está siendo utilizada en una nueva generación de cajeros automáticos, de manera que los usuarios no necesiten más que su teléfono para acceder al dinero en su cuenta bancaria.

La tecnología NFC permite la transferencia de datos entre dos dispositivos que se encuentren a corta distancia el uno del otro, generalmente no más de unos pocos centímetros. Basada en la radiofrecuencia (RFID), NFC opera en un espectro de 13.56 MHz y es popular en aplicaciones donde la proximidad física puede ser utilizada como una forma de autenticación.

Su ventaja principal frente a otras tecnologías inalámbricas, como Bluetooth o Wi-Fi, es su simplicidad y rapidez para establecer una conexión. Dado que no requiere emparejamiento o configuración extensa, los usuarios pueden simplemente acercar dos dispositivos compatibles para que se comuniquen entre sí.

Es esta facilidad de uso la que ha llevado a que la tecnología sea ampliamente adoptada en tarjetas de crédito, teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos para realizar pagos sin contacto, compartir información y más.