Este martes el gobierno de China confirmó que su máximo responsable económico viajará a Estados Unidos esta semana como estaba previsto para participar en negociaciones arancelarias pese a la amenaza de Donald Trump, de ir un paso más allá en una disputa por las ambiciones tecnológicas de Beijing.
El anuncio sugirió que el gobierno de Xi Jinping estaba poniendo su deseo de acabar con un conflicto que ha afectado a los exportadores chinos por encima de cualquier necesidad de parecer firme ante la presión estadounidense.
La decisión de que el viceprimer ministro chino, Liu He, el principal asesor económico de Xi, participe en las negociaciones que comenzarán el jueves podría mantener las esperanzas de que las dos mayores economías del mundo hagan las paces esta semana como pronto.
Donald Trump está presionando a China para que dé marcha atrás en sus planes para desarrollar empresas patrocinadas por el gobierno que puedan competir a nivel global en robótica y en otras tecnologías. Estados Unidos, Europa, Japón y otros socios comerciales sostienen que esto viola los compromisos de apertura de mercado de China y se basan en parte en tecnología robada.
El anuncio de Trump del domingo de que aumentará los aranceles sobre importaciones chinas valoradas en 200.000 millones de dólares provocó un desplome en las bolsas de todo el mundo. El lunes pasado los mercados se recuperaron luego de un vocero chino explicó que una delegación seguía preparando el viaje a Estados Unidos, aunque se desconocía si Liu formaría parte de ella.
La delegación estadounidense estará comandada por el Representante Comercial, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Estados Unidos y China elevaron los aranceles sobre multimillonarias importaciones mutuas, alterando el comercio en una amplia variedad de productos, desde soja a equipos médicos. Según las estimaciones, por el momento el conflicto ha frustrado ventas de 25.000 millones de dólares.