En México hay 56.9 millones de personas que trabajan. Si bien es casi la mitad de la población, de acuerdo con datos del INEGI, más del 55% son personas que se encuentran en la economía informal según un estudio de 2018, lo que las pone en la cuerda floja en cuanto a tener un mejor retiro.
La mejor manera de asegurar un futuro promisorio es ahorrar por medio de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores). Las personas que trabajan en compañías y cotizan para el IMSS o el ISSSTE tienen acceso a las Afores, pues entre el gobierno, el empleador y el empleado aportan el 6.5% de su salario y esa cantidad se destinará para un ahorro para el retiro. También pueden realizar aportaciones voluntarias a su cuenta para crecer aún más su ahorro.
Los recursos aportados por ambas vías son gestionados por las Afores quienes buscamos optimizar los recursos y contribuir a la meta de lograr un retiro más cómodo para las personas.
Sin embargo, los trabajadores independientes -también conocidos como freelancers-, los que laboran en empresas que no están dadas de alta en seguridad social ante los institutos mencionados o los que pertenecen a la economía informal, carecen -en su mayoría- de una Afore.
Contrario a lo que sucede al contratar planes de pensión privados, al depositar tu confianza en una Afore no hay montos mínimos para empezar a ahorrar.
Además, el ahorro voluntario puede ser deducible de impuestos y es posible heredar los recursos que hayas ahorrado y así proteger a tus seres queridos.
Planificar hoy tu futuro financiero te puede aliviar de una preocupación mañana y te ayudará a no ser parte de una estadística desoladora: en 2050, 10 millones de adultos mayores, alrededor de 40% del total, vivirán en condiciones de pobreza.