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OnlyFans suspende su decisión de prohibir el sexo explícito a partir de octubre


La plataforma OnlyFans, que pone en contacto a creadores de contenido con potenciales suscriptores, ha asegurado este miércoles que suspende su decisión de prohibir el sexo explícito a partir de octubre, anunciada el pasado 19 de agosto. La web ha experimentado un crecimiento extraordinario durante el confinamiento, en buena parte gracias a los miles de usuarios que la utilizaron para vender vídeos e imágenes para adultos grabadas por ellos mismos. OnlyFans aseguró en su día que la prohibición del porno obedecía a las preocupaciones de banqueros e inversores en un momento en el que la compañía busca nuevas inversiones, sumiendo en el desconcierto a miles de creadores de este tipo de contenido.

“Gracias a todos por hacer oír sus voces. Hemos obtenido las garantías necesarias para apoyar a nuestra diversa comunidad de creadores y hemos suspendido el cambio de política previsto para el 1 de octubre. OnlyFans es sinónimo de inclusión y continuaremos brindando un hogar a todos los creadores”, ha asegurado la plataforma en un mensaje difundido en Twitter.

La empresa asegura que dos millones de creadores de contenido han obtenido más de 5.000 millones de dólares de sus 130 millones de usuarios. Antes de la crisis sanitaria la cifra de usuarios era de 20 millones. Algunas voces han bautizado el fenómeno como el Uber del porno, en referencia a la supresión de los intermediarios entre trabajadores y clientes.

OnlyFans está radicada en Reino Unido, tiene dos millones de creadores de contenido y 130 millones de usuarios, de los que al menos siete millones pagan cada mes, según Axios. De los creadores, hay 16.000 que ganan al menos 50.000 dólares anuales. La página permite cobrar entre 5 y 50 dólares mensuales a los suscriptores. El 80% de las ganancias se lo quedan los creadores y el 20% se lo lleva la plataforma.

La rectificación de la plataforma se produce unas horas después de que Financial Times publicara una entrevista con su fundador, el emprendedor británico Tim Stokely, en la que afirmaba que la responsabilidad de la prohibición del porno era exclusivamente de las entidades financieras.