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Nanotecnología textil: camisetas desodorantes y reguladoras de la temperatura corporal

En las últimas olimpiadas brasileñas hubo un protagonista extradeportivo al que nadie había invitado: el virus del Zika transmitido al igual que la malaria, a través de picaduras de mosquitos.

Son muchos los frentes desde los que se está luchando contra este tipo de peligrosas enfermedades y la tecnología, como siempre, está aportando nuevas herramientas.

En este caso, en lugar de apostar por soluciones antivíricas, se ha recurrido por una barrera más inmediata: las prendas textiles, aunque con un pequeño toque nanotecnológico.

Una empresa brasileña está desarrollando una nueva tecnología con nanopartículas que permiten dotar a la ropa de las más diversas funcionalidades: desde reflejar la radiación solar hasta eliminar los microorganismos causantes de malos olores pasando por la liberación controlada de repelentes e insecticidas.

Nanox, así se llama la compañía, ha creado una gama de nanopartículas basadas en diversos materiales inorgánicos. Por ejemplo, para controlar el olor corporal se usan materiales como la plata, el zinc y el cobre, que ofrecen cualidades bactericidas y antimicrobianas.

En el caso de las nanopartículas destinadas a la protección solar, se utilizan microesferas de vidrio huecas y recubiertas con películas de óxido de zinc, aluminio o titanio, que ejercen de microespejos ante los rayos solares.

Los resultados de las pruebas con nanotecnología indican que estas última son capaces de reducir en un 65% la transferencia de calor a la tela en longitudes de onda entre los quinientos y cuatro mil nanómetros.

Esto se traduce en diferencias térmicas de hasta 6,5 C para el portador de la prenda. Hasta ahora las telas funcionales eran útiles contra los rayos ultravioletas, pero esta nueva generación de materiales inteligentes con nanotecnología también logra reflejar los rayos infrarrojos.

Ambas serán de gran utilidad especialmente en climas cálidos, donde el sudor y los insectos portadores de enfermedades son más habituales. Además de utilizarse en ropa de uso cotidiano, las nanopartículas también pueden añadirse a uniformes de trabajo, ropa de cama o cortinas domésticas, lo que multiplica considerablemente sus aplicaciones prácticas.

Las prendas con nanotecnología comenzarán a comercializarse en el verano de 2020 y prometen ofrecer una gran resistencia al uso y al lavado sin perder sus propiedades.