La NASA inventó un nuevo tipo de batería de alto rendimiento que, según los investigadores, podría usarse para darle energía a aviones eléctricos.
La agencia espacial de EE.UU. logró el gran avance luego de investigaciones sobre baterías de estado sólido, las cuales contienen más energía y son más livianas que las baterías de iones de litio estándar de la industria.
Las baterías de estado sólido también funcionan mejor en entornos difíciles, ya que son menos propensas al sobrecalentamiento, al fuego y a la pérdida de carga con el tiempo. Sin embargo, normalmente no pueden descargar energía al mismo ritmo que las baterías de iones de litio.
Hasta ahora, esto las ha hecho inadecuadas para alimentar grandes dispositivos electrónicos, como los vehículos eléctricos, ya que requieren baterías capaces de descargar su energía a un ritmo bastante rápido.
Este problema lo resolvieron investigadores de la Unidad de Baterías de Arquitectura de Estado Sólido para Mayor Recarga y Seguridad (SABERS) de la NASA. Lograron aumentar la tasa de descarga de la batería hasta 10 veces más, mediante nuevos materiales innovadores que aún no se han utilizado en baterías.
Un novedoso diseño de pila vertical también permitió a los investigadores de SABERS crear una batería de estado sólido capaz de alimentar objetos a una capacidad de 500 vatios/hora por kilogramo, aproximadamente el doble que la de un automóvil eléctrico.
“Las posibilidades son bastante increíbles”, dijo Rocco Viggiano, investigador principal de SABERS en el Centro de Investigación Glenn de la NASA en Cleveland.
“Comenzamos a acercarnos a esta nueva frontera de la investigación de baterías que podría hacer mucho más de lo que pueden hacer las baterías de iones de litio… Este diseño no solo elimina del 30 al 40 por ciento del peso de la batería, sino que también nos permite duplicar o incluso triplicar la energía que puede almacenar, lo que supera con creces las capacidades de las baterías de iones de litio que se consideran de última generación”.
La nueva batería ya ha generado interés por parte del gobierno, la industria y la academia, y los investigadores de SABERS se asociaron con varias organizaciones para continuar con su desarrollo de esta tecnología.
El objetivo final es usarla para ser pionera en una nueva era de aviación sostenible que elimine las emisiones de carbono y el ruido de los aviones.
La NASA ya ha logrado un progreso significativo en esta área a través de su avión experimental X-57, apodado Maxwell, el cual reemplaza las hélices impulsadas por combustible con un sistema de propulsión totalmente eléctrico.