Una pequeña startup ha desafiado a Elon Musk y Mark Zuckerberg al obtener la aprobación de la FDA para iniciar ensayos clínicos en humanos que podrían hacer posible controlar la tecnología con la mente.
Este proyecto busca que el cerebro funcione como un dispositivo bluetooth, mediante el cual las personas puedan enviar correos, mensajes de texto, hacer compras u operaciones bancarias con tan sólo pensarlo.
Aunque este tema ya había sido considerado esto por grandes investigadores e inversionistas, la empresa naciente Synchron llegó para tomar la delantera y concretar esta idea, con la visión de «transformar la medicina con un acceso sin precedentes a los datos cerebrales».
Cabe destacar que de ser posible, esta idea revolucionaría la forma en que los usuarios controlan sus dispositivos y actividades de la vida diaria, pues podrían realizarlo con la mente o con algunos gestos.
Actualmente, esta compañía destaca por contar ya con el permiso de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) para realizar pruebas clínicas a personas que residan en Estados Unidos.
La empresa se dio a conocer en julio de 2018 en una charla Ted en Sydney, donde su fundador, Thomas Oxley, presentó «Stentro», un cable que se inserta en la parte superior de la cabeza de la persona, que atraviesa los vasos sanguíneos y con el que, según explicó, se evitarán las cirugías cerebrales abiertas. Además, esto ya comenzó a dar resultados.
El primero en recibir el implante de Synchron fue Braham Felstead, un hombre con parálisis parcial quien resultó capaz de enviar correos y mensajes de texto con sólo hacer gesticulaciones y mover la cara.
Cabe señalar que Mark Zuckerberg, presidente de Meta antes Facebook, ya había puesto esta idea sobre la mesa cuando adquirió CTRL-labs en septiembre de 2019, una compañía especializada en el desarrollo de tecnología que usa chips cerebrales. Sin embargo, el empresario dejó este plan de lado para dedicarse de lleno al metaverso.
Por otro lado, Elon Musk no se queda muy atrás, pues el magnate detrás de Tesla o SpaceX, creó en julio de 2016 la compañía Neuralink, dedicada a la neurotecnología.
Neuralink trabaja en un dispositivo de implante neural que permitirá controlar dispositivos electrónicos en el órgano más difícil del ser humano, por medio de hilos contenedores de electrodos.
El objetivo de esto a corto plazo es tratar padecimientos cerebrales como el Alzheimer y el Parkinson. Posteriormente, pretende lograr una relación directa entre el cerebro y la inteligencia artificial.
Musk describe al sensor de Neuralink, de unos ocho milímetros de diámetro, como un fitbit en el cráneo con pequeños cables.
El avance tecnológico de Synchron sólo se puede comparar con el trabajo de 86 millones de neuronas que reciben y envían señales en el cerebro, interacción que permite que la energía e información generada fluya a través de las membranas, con lo que efectuar acciones simples sólo con pensarlo ya está a la vuelta de la esquina.