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Científicos buscan salvar a estrella de mar de la extinción

Científicos en la costa oeste de Estados Unidos exigen la adopción de medidas para ayudar a las estrellas de mar girasol, entre las más grandes del mundo, a recuperarse de un catastrófico descenso de su población.

Los expertos afirman que una epidemia de la llamada ‘enfermedad de desgaste de las estrellas de mar’, que comenzó en 2013, diezmó al 96% de la población de esa especie desde las islas Aleutianas, de Alaska, hasta la península de Baja California, en México, publicó el periódico The Astorian.

Debido a la declinación de su número, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasificó en 2020 a la especie como críticamente en peligro de extinción.

Una solicitud para que se incluya a la estrella girasol en la Ley de Especies en Peligro (federal) fue presentada en 2021.

Steven Rumrill, jefe del programa de crustáceos del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Oregon, dijo que en sus más de 40 años como científico marino jamás había visto una declinación generalizada de una especie a la misma escala que la de la estrella girasol.

Rumrill contribuyó a la elaboración de una hoja de ruta, dada a conocer en fechas recientes, para recuperar la población de la estrella marina a manera de guía para científicos y conservacionistas.

“Resulta desgarrador ver la declinación de una especie tan rápidamente hasta el punto de la extinción”, afirmó Rumrill. “A escala global, estamos reconociendo que el impacto del humano ha repercutido con dureza en las poblaciones y muchas de las extinciones a nivel mundial. Esta es una que está sucediendo frente a nuestros ojos”.

La hoja de ruta fue completada en colaboración con la organización The Nature Conservancy, el Servicio Nacional de Pesca Marina y agencias estatales en California, Oregon, Washington y Alaska.

Se calcula que el síndrome de desgaste de las estrellas de mar ha causado la muerte de 5.750 millones de ejemplares, según el documento.

La fuente del brote no está identificada en forma concluyente, pero el documento incluye pruebas de que el calentamiento de los océanos, debido al cambio climático causado por el hombre, aumenta la severidad de la enfermedad y ello podría haber causado el brote.