El robo de gas Licuado de Petróleo (LP) costó a Petróleos Mexicanos (Pemex) 30,168 millones de pesos (mdp) durante 2020, informó la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas).
Las pérdidas por este delito significan un incremento de 128% frente a los 13,224 millones de pesos que perdió la compañía en 2019.
Durante el año pasado, la empresa estatal registró 23,323 ordeñas ilegales del combustible en sus ductos de transporte.
“Este incremento tan fuerte se explica por el desafortunado crecimiento del 77% del número de tomas clandestinas de 2020 y por el incremento de los precios internacionales de los energéticos este año”, agregó el grupo empresarial en un comunicado.
México ha padecido el robo de gas LP desde hace más de 20 años. De 2012 a 2018, las tomas clandestinas del ducto principal de Pemex se incrementaron 750%, acumulando 41,316 tomas a lo largo del sexenio del priista Enrique Peña Nieto.
Tan solo en los 3 años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, con Octavio Romero Oropeza al frente de la compañía, el país acumula 49,040 tomas clandestinas, lo que representa el 59% de todas las tomas acumuladas en los últimos 20 años.
Esta situación provocó que, en 2020, el ducto estuviera fuera de operación 140 días, es decir 38% del año, con los costos de mantenimiento, el riesgo y el impacto en generar posibles desabastos para la población.
Para completar la cadena del robo de gas, Amexgas dijo que se han formado “grupos de choque” y “seudosindicatos” que pretenden, mediante acciones violentas, controlar las zonas de reparto.
El mercado negro de gas LP se extiende principalmente en los estados de Veracruz, Estado de México, Ciudad de México, Puebla, Hidalgo, Tlaxcala, Guanajuato, Querétaro, Jalisco y Tamaulipas.
“Es necesario aplicar medidas más efectivas, de inteligencia y operativos de seguridad que permitan restablecer el estado de derecho y brindarle a la sociedad un entorno de estabilidad y seguridad”, sugirió la asociación.