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Cómo enfrentan los mexicanos la inflación

Ante el encarecimiento de los productos, las familias implementan distintas estrategias para reducir el impacto en sus bolsillos, indica estudio

Mexicanos luchan contra el encarecimiento de los productos y una disminución en el poder adquisitivo. Pese a que en la primera mitad de octubre la inflación hiló tres quincenas de desaceleraciones, no fue suficiente para aminorar el efecto en la economía de los hogares, ante este escenario las familias han implementado diferentes acciones.

“Las personas de todos los niveles económicos y de diferentes edades, nos manifestaron percibir incrementos en todas las categorías y productos que consumen, 70% de los mexicanos observa incrementos en energéticos y alimentos, ello provocó que las personas replanteen su situación económica y en consecuencia realizaron una serie de ajustes a favor de sus bolsillos», comentó Iván Castro, director de la consultora Planning Quant.

A pesar de los problemas económicos, el estudio detalla que los mexicanos prefieren tomar acciones como reducir sus gastos, consumo e incluso reemplazar marcas de alimentos para cuidar sus ingresos ante la incertidumbre económica antes de recurrir a la cancelación de servicios como la televisión de paga, puesto que solo 36% de los encuestados afirmó tomar esta opción como una alternativa.

Las estrategias más empleadas por los mexicanos son encaminadas a reducir el impacto por el encarecimiento de los alimentos. De acuerdo con el estudio “El efecto de la inflación en los hogares mexicanos”, 84% de las familias pone mayor atención a los precios al momento de realizar sus compras, mientras que 66% redujo el consumo de algunos productos u optó por reemplazar los artículos por otros de menor costo.

Los principales afectados por el alza continua en los alimentos y quienes han implementado con mayor ímpetu estas acciones son personas desempleadas o jubiladas, al igual que divorciados o mayores de 55 años.

La población muy atinada ha implementado acciones para solventar el encarecimiento de los alimentos que van desde cancelar el consumo de algunos, optar por marcas más baratas, e incluso hay quienes han optado por realizar compras a granel, principalmente en artículos como el frijol, azúcar, arroz y lentejas, explicó, Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).

Por otro lado, 78% de los solteros, así como 83% de los trabajadores del sector público y privado, son los que más han resentido el aumento de los energéticos. Quienes cuentan con automóvil han reducido su uso a fin de mejorar el estado de su bolsillo al conseguir un ahorro, indica el estudio.

Préstamos, opción para obtener liquidez
En cuanto a servicios financieros, 48% refiere haber tomado un préstamo para obtener mayor liquidez, las personas que trabajan por cuenta propia son uno de los segmentos impulsores de esta estrategia, ya que al menos 68% piensa en esta opción para afrontar la inflación.

“Hemos observado un consumidor mucho más cuidadoso. Hoy se pondera el precio y antes no se fijaban tanto en este rubro, sin embargo existe un esfuerzo por seguir consumiendo los mismos servicios aunque con un presupuesto restringido –esperamos que las familias reestructuren su gasto para atender rubros prioritarios”, comentó Iván Castro.

La inflación subyacente se ubicó en 8.39% en la primera mitad de octubre, la variación más alta desde la segunda quincena de agosto del 2000. Los alimentos y energéticos son los rubros que más presionan el alza de precios. La crisis económica ha propiciado una percepción de angustia y cambios en el manejo de las finanzas personales, ya que 84% de los encuestados considera que la inflación seguirá en aumento el próximo año.

La inflación con más desigualdad

Los bienes de la canasta básica y los precios de los alimentos han afectado principalmente a quienes tienen menor poder adquisitivo. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la inflación afecta a las familias con menos recursos, ya que 10% de estos los hogares destinan más de 50% de su gasto a la adquisición de alimentos.

En contraste, los hogares con mayor ingreso solo gastan 28% de su ingreso en alimento y destinan sus recursos a rubros como educación o mantenimiento de vehículos, los cuales registran tasas inflacionarias más bajas.

Ana Bertha Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y mercado laboral del Imco, explicó que a diferencia de otros periodos de inflación, ésta muestra mayor desigualdad entre los estratos sociales debido al encarecimiento de productos dentro de la canasta básica y no sólo energéticos como ha ocurrido en otros años.

“La composición de la inflación ha cambiado. En periodo prepandemia, la inflación era similar para todos los hogares y ligeramente más alta para los de altos ingresos. La crisis impacta el poder adquisitivo para el consumo de gastos básicos de los que menos tienen, lo cual amplía las brechas de desigualdad”, comentó.

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